Mario era un niño de 1º de ESO. Una mañana de primavera, en el recreo, sus amigos le preguntaron si quería jugar al fútbol con ellos. Él negó con la cabeza y fue a ver a sus compañeras que estaban preparando un baile para fin de curso. Mario preguntó si podía bailar. Ellas soltaron unas risitas burlonas y dijeron que si quería podía hacer unos pasos de baile para ver cómo lo hacía. Dejó a las chicas con la boca abierta. ¡Lo hacía genial! Por supuesto, bailó en la representación, y a Mario, se unieron, otros muchos compañeros. La actuación quedaba mucho mejor bailando todos juntos.
Clara Sierra Obrero (1º ESO)
NO MÁS, NO MENOS, IGUAL
Me siento fatal. ¡Para qué levantarme! Bueno, mis hijos se lo merecen. Toda una vida estudiando, preparándome para ser la mejor y ahora… No sirvo para nada, solo recibo chillidos, palizas, insultos.
En mi casa me educaron para ser igual que los hombres, poder ser la primera sin distinguir si era hombre o mujer, y ahora qué, ¿dónde está la igualdad? Estoy sometida a un hombre mucho menos valioso que yo, pero más corpulento. ¡Puede conmigo!
¿Dónde están todos los que hablan de igualdad? Tantos años de palabrería ¿para qué? Menos palabras y más hechos. Basta con llevar a la práctica tantas leyes aprobadas.
¡YO QUIERO SER IGUAL, NO MÁS, NO MENOS!
Montserrat Morán Suárez (2º ESO)
COMO DICE LA CANCIÓN
De camino al trabajo, como de costumbre, mi cabeza se distraía con las mismas tonterías: qué me harán de cenar hoy, qué traje me pondré esta noche, qué bien educados están mis hijos.
Era la persona más envidiada de la empresa, todos sabían que al llegar a casa siempre me recibe con un beso, una flor, un “te quiero”, una caricia como dice la canción.
Lo sé, Óscar es maravilloso, es un lujo, un privilegio después de un duro día de trabajo que te reciban así en casa.
Paula Rodríguez González (3º ESO)
EL DILEMA DEL PRIMER MUNDO
No podía dormir, dando vueltas de un lado a otro de la cama, revivía la escena del día anterior una y otra vez. Éramos los mejores de la clase, solo nos diferenciaba una de nuestras matrícula de honor, él en estadística yo en matemáticas; así que los dos optábamos a ese puesto de trabajo. Roberto se mostraba nervioso y yo intentaba mantener la calma, pero mi movimiento de pierna me delataba. Rápidamente nos dieron el resultado del examen: APTOS los dos.
El resto era pan comido, Roberto nunca había sido un tipo elocuente, sin embargo, a mí siempre me había definido mi carácter sociable y mi fácil verborrea.
Roberto: Día 12 próxima entrevista Ana: No apta* *Motivo posible embarazo
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Arturo Tejerina Sánchez (4º ESO)
UN HÉROE SIN MÚSCULOS
Cuando se despertó ya era tarde para dar las gracias a quien le había salvado la vida, se imaginaba a ese hombre valiente, fuerte, de vigorosos brazos y anchas espaldas sacándolo del agua.
Clara pasaba el día en la playa, no solía ir mucho por la rabia que le daba ver a aquel socorrista que le había arrebato la plaza con una nota inferior a la suya solo por la apariencia de hombre musculoso. Pero le sobraba valentía y aquella tarde calurosa no dudó meterse en el agua para socorrer al niño.
En el momento que vio que estaba a salvo prefirió irse, no le importaba que se le atribuyera el mérito a otro: ella era la verdadera heroína.
Sandra Yugueros Rodríguez (1º Bachillerato)