Gracias, Luis

       El huerto ecológico ha sido una experiencia que hemos llevado los alumnos del IES Pablo Díez de 2º y 4º de la ESO en el curso 2011-2012,  y ha sido una buena iniciativa porque hemos aprendido valores.

       Todo empezó en el mes de septiembre, el primer de martes de clase, todos los profesores nos explicaban la dinámica de las clases durante el año. Todo era normal lo típico, libro, libro y libro, pero la sorpresa fue cuando llegamos a la clase de ética, el profesor nos explicó que íbamos a hacer un huerto ecológico, hubo de todo, alegrías,carcajadas, quejas…

       Al principio nadie apoyaba este proyecto y más cuando nos dijo: “los que podáis traer herramienta de casa tipo azadas, palas…” nadie traía nada pero cuando nos dijo que si no había herramienta nos íbamos a quedar todos los días en clase, y nadie quería, En fin, no sabíamos lo que queríamos: nadie quería clase y nadie quería huerto entonces, ¿qué queríamos?

       Poco a poco fue apareciendo herramienta en clase, poca cosa pero teníamos para empezar. El primer día elegimos el sitio y marcamos con una idea de plano que nos había dado Luis. Marcamos un trocito pequeño y día a día empezamos a remover la tierra para que fuese oxigenando durante el año.

      Otro día tuvimos que llevar yogures para poner unas semillas que Luis había traído de Valladolid, aquí hubo quejas de todos porque todos sabíamos que los inviernos de Boñar eran muy duros, y que noche tras noche caían heladas y las plantas no aguantarían pero no nos importó y pusimos guisantes y lechugas en el aula. Finalmente, salieron y cuando eran un poco grandes los llevamos al huerto ya labrado y listo para sembrar, pero como era de suponer no aguantaría más de una semana y efectivamente no pasaron de la primera noche porque cayó una helada que quemó las plantas.

     Después de la helada empezamos a reñir por el error que habíamos tenido y hubo un tiempo que paramos el proyecto, pero fuertemente decidimos no rendirnos y seguir con el proyecto y para mejorar nuestra producción fuimos a por abono a las instalaciones ganaderas de la Junta.

      Finalmente, hicimos otro semillero que ya entrando en la primavera no iba a helar tanto y más o menos funcionó, teniendo unas plantas de guisante, lechuga y zanahoria que tiraron y ya tenían un tamaño bastante bueno.

      La experiencia de este huerto ha sido buena aprendiendo lo primero y más importante que no hay rendirse pase lo que pase, y  hay que intentar las cosas una y otra vez hasta conseguirlas. También hemos aprendido que las cosas cuestan trabajo conseguirlas y hay que luchar y trabajar para tener cosas buenas.

Alejandro García 4º ESO