HISTORIA DE NUESTRO CENTRO
Probablemente, la historia de nuestro centro se remonte a la noche de los tiempos cuando Prometeo, el titán más gamberro del Olimpo, robó la llama del Conocimiento a Zeus para dársela a los hombres. Los rescoldos de esa llama nunca se han apagado en la montaña de León, avivándose con más fuerza, si cabe, cuando en la villa de Boñar nace en los albores del siglo recientemente terminado, la cátedra de Latín y Humanidades que detentaba el dómine Gabino Sierra que, en su día, al parecer, enseñó al P. Arintero.
Es en ésta donde recala un muchacho de Vegaquemada que, con 12 años, comenzaría una formación que le acompañaría durante toda su vida y, él, Pablo Díez Fernández, nunca lo olvidaría.
Después de una vida al otro lado del Atlántico, hace “las Américas” en Méjico y vuelve ya conocido como “Don Pablo”, el “indiano” de Vegaquemada. Pues bien, lejos de haber olvidado el lugar donde se asentaba la Cátedra que le había abierto la puerta al mundo del Conocimiento, quiso ayudar a que esta puerta no fuese cerrada jamás en su tierra. Y, que sus paisanos, continuaran teniendo acceso al tesoro que Prometeo hubo de pagar tan caro. Por ello, dio a la corporación municipal el pecunio necesario para que, con los permisos necesarios y, en régimen de Patronato, se pudiese construir en el año 1972 el colegio libre adaptado de Segunda Enseñanza “Pablo Díez-Rosario Guerrero”. Los docentes serían aportados en un 50% por el ayuntamiento y, la otra mitad, por el ministerio de Educación. Todos los jóvenes de la comarca, desde Cofiñal hasta Barrio de Nuestra Señora, podían estudiar el Bachillerato Unificado Polivalente y el Curso de Orientación Universitaria que marcaba la ley Villar-Palasí para acceder a la universidad.
Sin embargo, esta enseñanza sería sustituida en 1990 por otra nueva, la LOGSE, que marca dos etapas educativas en la Segunda Enseñanza: la obligatoria o ESO y la posobligatoria o Bachillerato y termina con los colegios libres. Es en este momento cuando nuestro centro es convertido en Sección del Instituto de León donde se homologaban los estudios y, por tanto, toma su nombre: “ORDOÑO II”. No obstante, en el Boletín Oficial del Estado, no aparece como Sección de ESO como exigía la nueva legislación vigente (todas las Secciones tenían que ser obligatoriamente sólo de Enseñanza Secundaria Obligatoria) sino de ¡¿Bachillerato!?. ¿Sería una señal de que nuestro centro no quería perder ningún ápice de toda la enseñanza Secundaria? Seguramente.
El ministerio quería que sólo se siguiese impartiendo la etapa obligatoria en cuanto se extinguiese el BUP y el COU Fueron muchas las vicisitudes y luchas para que se continuase el Bachillerato en Boñar y quedó indeciso cuando las competencias educativas fueron transferidas a la Comunidad Autónoma pero, finalmente, en el Boletín Oficial de Castilla y León del último día de julio del año 2001, se especifica la independencia de nuestro instituto como IES y no como IESO o, lo que es lo mismo: el Bachillerato no desaparecía en Boñar. Por esta independencia, hubo que volver a “bautizar” el centro, decidiéndose el nombre del que no quiso que se perdiese la llama del Conocimiento en su tierra; el nombre de aquel muchachillo emprendedor con nombre sencillo y poco llamativo, el nombre de nuestro centro: “Pablo Díez”.
Aprovechamos este espacio para dar las gracias por su colaboración con nosotros a las fundaciones que derivan de Don Pablo, Fundación CEPA González Díez y Fundación Cerezales Antonino y Cinia, así como a las instituciones y asociaciones locales, Ayuntamiento de Boñar y Asociación de mujeres de Boñar entre otras.