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  • Mitos y Leyendas en Boñar-12
    Escrito por PABLO DÍEZ IES, miércoles 19 de abril de 2017 , 13:23 hs , en Relatos

    Mito de “Héctor y los leones (nacimiento de Roma)”

     

    En un pueblo pequeño y humilde, lleno de injusticias causadas por el monarca más narcisista de todos los tiempos, Angosto “el sádico”, resaltaba un joven ciudadano  con carácter llamado Héctor. Héctor era un muchacho revolucionario, leal, obediente y con suficiente actitud como para luchar por cambiarlo todo.

    Un día, ante la caótica situación en la que vivía el pueblo, Héctor decidió enfrentare al rey:

    -  Angosto, vengo a ponerle fin a todas tus barbaridades y egoísmos.

    -  ¡Ingenuo niño insensato! No puedes darme órdenes a mí, el monarca más grande y poderoso de todo el universo, con poder de aquí al más grande de los olimpos jamás construidos.

    -      Será tu egocentrismo el que te lleve a la tumba –dijo Héctor.

                 Y así fue.

    Un otoñal día de septiembre, cuando todo se había teñido de un tono ocre cobrizo, irrumpió en la aldea un rayo de luz del que empezó a descender Júpiter…

    -     La falta de humildad que inunda el alma del monarca, -dijo el dios- me ha hecho descender a la tierra y venir para buscar al humano capaz de demostrar su honestidad y fuerza…

    De la plebe se distinguió Héctor, con cabeza erguida y pecho hinchado, mirando a los ojos a aquel dios.

    -       Yo seré aquel que luche por mi pueblo.

    Allí mismo, Júpiter levantó su mano y con su gesto nació del suelo un coliseo en el cual se realizarían una serie de pruebas.

    -    Aquel que sea digno de superar mis retos, reinará sobre este pueblo.

    Acto seguido, los dos hombres siguieron a Júpiter al interior de aquel mágico edificio. Y él empezó a proponerles una serie de pruebas.

    -     En primer lugar, en lo alto de esa cumbre habéis de encontrar el mayor de los tesoros.

    Héctor y Angosto empezaron a trepar por una colina llena de joyas, diamantes y oro en la que también había una serie de objetos de poco “valor”. Al finalizar la prueba, ambos presentaron lo que habían elegido.

    -     Yo, Angosto, te ofrezco el diamante más puro y grande de la montaña.

    Júpiter lo miró y no dijo nada. Solo señaló y dio paso a Héctor.

    -      Yo, Héctor, traigo ante tus pies una sonrisa.

    Júpiter le miró extrañado y le preguntó:

    -    ¿Por qué, si la cumbre tenía miles de premios escogiste no traer nada?

    -    Porque las joyas, mi querido dios, no dan la felicidad, -respondió Héctor.

    Júpiter bajó la cabeza con gesto de satisfacción y dio paso a su segunda prueba.

    -     Corred a vuestras casas y traedme vuestro bien más preciado.

    Tras la puesta de sol, volvieron y mostraron sus pertenencias.

    -     Yo, rey del pueblo, te ofrezco mi corona, la cual tiene miles de joyas y diamantes de un valor incalculable.

    -      Yo, defensor de lo debido, te ofrezco un martillo.

    -      ¿Un martillo?, -preguntó Júpiter.

    -  Sí, me lo dejó mi padre, -respondió Héctor- un humilde y trabajador artesano, que murió al finalizar mi cuna. Para  mí tiene más valor que nada en el mundo.

    Júpiter bajó de nuevo su cabeza, sonrió y dio paso a la prueba final que le permitiría tomar su decisión.

    -     Os expondré ante dos leones. Allí tenéis armas y otros objetos. Haced lo que creáis oportuno con ellos.

    Después de dos noches, se reunieron al alba siguiente, y cada uno le presentó el resultado de su acción.

    -   Mi querido dios, yo te traigo una capa confeccionada con la misma piel del león, y su melena forma parte del refuerzo interno, -dijo el rey.

    Júpiter, anonadado ante la situación, dirigió su vista hacia Héctor, el cual estaba lleno de magulladuras y arañazos.

    -      ¿Qué te ha ocurrido, muchacho?

    -   Júpiter, yo no maté al león, lo cuidé y lo liberé allí donde él pudiera reinar.

    Júpiter, conmovido ante el alma pura del chico, convirtió allí mismo a Angosto en arena, de forma que lo obligó a soportar ser pisoteado por todo aquel que entrase en aquel coliseo. Héctor fue proclamado rey del pueblo. A su muerte, le esculpieron una estatua, acompañado de un león y en una inscripción labrada por los aldeanos escribieron los principales valores del monarca Héctor y que dieron nombre a la nueva ciudad.

                 Revolución

                Obediencia

                Majestuosidad

                Actitud

                                                                                  Sara Sandoval Aguilera

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  • Mitos y Leyendas en Boñar-11
    Escrito por PABLO DÍEZ IES, miércoles 19 de abril de 2017 , 13:17 hs , en Relatos

    Mito de “Hermades y la promesa de Fauno”

     

    Hermades era una pobre pastora que habitaba en una pequeña cueva tras una montaña. Sobrevivía a base de la leche que producían sus seis cabras y también tenía un chivo que utilizaba para que sus cabras parieran cabritos, que le servían así también de alimento.

    Siempre había soñado con ver a otro ser humano, ya que nunca en su longeva vida había visto ninguno. Sus padres la habían abandonado en aquellos montes hacía más de setenta años, o eso suponía ella, ya que no podía haber sido de otro modo.

    De repente un día hubo una enorme sequía, tan grande que las plantas ya no crecían, las flores se marchitaban y los árboles ya no eran frondosos ni tan verdes como antes; todo se habían secado y todas las cabras de Hermades, una a una, se fueron muriendo. Hermades ya no poseía ningún tipo de alimento. El chivo se moría y llevaba semanas sin comer.

    Hermades estaba muy sorprendida. Ella llevaba dos días sin probar bocado, el último había sido el día que murió la última cabra. Cuando se estaba muriendo de hambre fue a matar al chivo, pero de repente, el chivo le habló y le dijo que si no lo mataba y confiaba en él, su vida sería eterna, ya que él era una diosa que había brotado de las raíces de los árboles, pero que si se lo comía, otro dios se encargaría de comérsela a ella.

    Hermades, sin importarle lo que el chivo le acababa de decir, lo mató y se lo comió. De sus restos renació el dios Fauno, que sin pensárselo dos veces, se tragó a Hermades, cumpliendo con su palabra.

     

                                                                                           Irlanda Sánchez Rodrigo

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  • Mitos y Leyendas en Boñar-10
    Escrito por PABLO DÍEZ IES, miércoles 19 de abril de 2017 , 13:15 hs , en Relatos

    Mito de “El origen de Roma”

     

    ¿Qué ocurre con los sueños esperanzados que compartes con alguien más y ese alguien se va?

    Armando era un guerrero de primera clase; luchaba por su pueblo y para su pueblo, pero cada vez perdía más la fe en los humanos, pues cada vez que luchaba se preguntaba para qué o para quién lo hacía. Últimamente los humanos estaban perdiendo la cabeza: había hambrunas, numerosas muertes, abusos de poder… La gente hacía cosas malas y ya no pensaban en el bien común como antes.

    Hera, diosa del valor y la fuerza de voluntad, observaba la situación de los humanos desde los cielos, pero fijó la vista en uno: Armando se hacía llamar, era fuerte y tenía ilusión, ilusión que estaba perdiendo y que ella creía que no debía dejarle perder.

    Por lo tanto, Hera bajó a ver a Armando. Quería enamorarlo, porque ella misma se había enamorado de él, y así lo hizo, pero jamás llegó a confesarle que ella era una diosa.

    Todos los días se veían y prometieron casarse y fundar una nueva ciudad, una ciudad en la que criar a sus hijos y una nueva generación de humanos, una nueva, y buena.

    Su sueño era engendrar nuevos humanos y con la nueva ciudad conquistar el mundo salvando así la raza humana.

    Júpiter, al enterarse de lo que pretendía su hermana, enfureció y sin previo aviso arrancó a una llorosa Hera de los brazos de Armando. Júpiter castigó a Hera transformándola en nubes, para que siempre pudiese ver el panorama de los humanos y no pudiese hacer nada.

    Armando, no pudiendo con la pena, decidió no perder el norte y cumplir el sueño que habían tenido juntos, aunque ya no pudiesen hacerlo entre los dos. No podía fallar a Hera, era el sueño de ambos y Hera le estaba mirando desde los cielos.

    Armando fundó una nueva ciudad y ésta tendría por nombre Roma, como el nombre que habían pensado poner a su primera hija, y comenzó a cumplir su sueño, con fuerza de voluntad y sin cejar jamás.

                                                                                                                                                                                                                Julissa Caren Calero Carballo

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  • Mitos y Leyendas en Boñar-9
    Escrito por PABLO DÍEZ IES, miércoles 19 de abril de 2017 , 13:13 hs , en Relatos

    Mito de “El origen de Roma”

     

    El origen de Roma se remonta al 534 a.C., en un valle llamado “Valle Esmeralda”. En él habitaban unas hadas mágicas que se hacían llamar Esmeraldas.

    Un día hubo un fuerte terremoto en los alrededores del valle. Los pueblos cercanos se vieron afectados, pero mágicamente, Valle Esmeralda no sufrió ningún daño. Mucho murieron, mientras otros se salvaron. Todos los pueblos estaban completamente destruidos.

    En aquellos tiempos reinaba Charles, un malvado y avaricioso rey, al que se le ocurrió invadir Valle Esmeralda y esclavizar a las hadas que allí habitaban. La reina de las hadas, Diamante, predijo las intenciones del rey y preparó a todas las hadas para el presunto ataque del rey Charles.

    Las hadas se reunieron en la Casa Haderil, donde realizaban sus reuniones, congresos, etc. y allí diseñaron un plan para combatir el ataque.

    El día en que las tropas del rey Charles tenían intención de invadir Valle Esmeralda, todas las hadas estaban listas para contraatacar. Ellas estaban totalmente en contra de la violencia, por lo que lanzaron un hechizo sobre el valle y utilizaron unos polvos mágicos que provocaban el sueño en todos aquellos que los respirasen. Efectivamente, los polvos cumplieron su función y las tropas cayeron en un profundo sueño del que solo las hadas les podían despertar.

    Cuando el rey Charles comprobó que sus soldados no habían vuelto de la misión se preocupó y decidió ir a investigar disfrazado de hada. En cuanto el rey pisó el suelo de Valle Esmeralda, Diamante se percató de que algo extraño ocurría y que esa hada tan sospechosa que veía no era quien decía ser. Por ello, decidió ponerle una prueba, y así poder determinar qué tipo de ser era: un hada o un ser mundano. Así, las sospechas de Diamante no estaban desencaminadas, pues el hada no era un hada, sino el malvado rey Charles. Engañar a un ser superior era una terrible osadía, por lo que Charles fue expulsado a los confines de Valle Esmeralda, de donde no podría escapar.

    Las hadas poco a poco fueron reconstruyendo los pueblos de alrededor que habían sido gravemente afectados y reunificándolos para que todos formaran parte de Valle Esmeralda. A los soldados de Charles, las hadas les hicieron despertar poco a poco, y los examinaron para determinar qué clase de personas era cada uno de ellos. Algunos fueron enviados a la prisión de “Esperanza”, donde fueron reeducados en buenos modales, en tolerancia y respeto a todo lo que fuera respetable. Al resto de los habitantes de los pueblos afectados se les proporcionó trabajo, casa y comida. Y, poco a poco, se fueron construyendo colegios, bibliotecas, hospitales, etc., mientras que muchos se convirtieron en médicos, profesores y profesoras, filósofos, etc.

    Y así se fue desarrollando el lugar que daría origen a Roma.

                                                                                   

                                                                                        Carla Tascón Díez

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  • Mitos y Leyendas en Boñar-8
    Escrito por PABLO DÍEZ IES, miércoles 19 de abril de 2017 , 13:09 hs , en Relatos

    Mito de “La apuesta”

     

    Un día, los dos dioses líderes del mundo divino, llamados Urano y Marcio, llegaron a la conclusión de que tendrían que hacer algo para que hubiese también en el mundo habitantes, seres vivos, objetos, viviendas, naturaleza, etc.

    Aparte del mundo que ellos dos ya se habían creado, habían apostado sobre quién conquistaría primero a la diosa Elsa. El que lo lograra sería el que se encargaría de crear el mundo de los seres humanos y todos los seres vivos.

    Un día estaba la diosa Elsa pensativa junto a una nube y llegó Urano. Los dos dioses hablaron y llegaron a un acuerdo para engañar a Marcio. Urano le había hablado sobre la apuesta que habían hecho y ella, muy ofendida, se había ido, ya que sus palabras la hicieron sentir muy mal. Pero después de una semana se volvieron a encontrar y Urano le dijo que no había sido su intención ofenderla, ya que lo único que él quería era ser quien creara el mundo. Ella le preguntó qué podía sacar a cambio de hacer un trato con él. Urano le respondió que si le permitía conquistarla primero, la convertiría en la reina de las nieblas, siendo la diosa más poderosa y pudiendo controlar el tiempo, hasta hacer que lloviera o incluso cambiarlo en un solo momento si ese era su deseo. Ante estas promesas, ella accedió al trato.

    Una mañana, la diosa Elsa estaba sentada como era su costumbre en una nube y Marcio le llevó unas flores de algodón, ya que eran sus preferidas. Este pequeño gesto le encantó y acabó enamorada de él. Estaba muy feliz pero tras unos instantes de abandono, no pudo evitar recordar que había hecho un trato con Urano, por el que iba a fingir que lo prefería a él antes que a Marcio.

    Tres semanas pasaron sin saber nada de la diosa Elsa. Parecía querer esconderse de todo el mundo. Pero un día apareció entre la niebla para hablar con Urano y decirle que se había cansado del trato y que se había enamorado de Marcio y no podía hacerle eso, ni tampoco a sí misma.

    Urano, fingiendo que no le había molestado, juró vengarse de la diosa Elsa y la convirtió en la diosa más fea del mundo de los dioses. No obstante, ella seguía siendo la misma (aunque físicamente era otra) y no habían cambiado sus sentimientos. Así que se decidió por Marcio. Él estaba muy contento pero a la vez estaba también triste porque sabía que Urano había tenido que ver con el cambio de Elsa. Pero Marcio no podía hacer nada, ya que él sólo tenía el poder de embelesar a todas las diosas.

    Pero, orgulloso de haber ganado la apuesta, fue quien creó el mundo y él y Elsa se casaron y se convirtió en el rey de los dioses. Gracias a su victoria sobre Urano pudo vengarse y lo convirtió en esclavo de los dioses y le quitó todo su poder. Una vez hecho esto, Elsa se vio libre de su magia y pudo volver a ser igual que antes. Marcio y Elsa tuvieron cuatro hijos y cuando ellos murieron, su hijo mayor asumió el poder de Marcio y a todos los malos los apartaron llevándolos a una selva donde había animales salvajes como leones, guepardos, etc., en la que ellos debían encargarse de matarlos.

     

                                                                                   Sara Zapico Fernández

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  • Mitos y Leyendas en Boñar-7
    Escrito por PABLO DÍEZ IES, viernes 31 de marzo de 2017 , 10:57 hs , en Relatos

    Mito del musgo

    En un pequeño pueblo hace mucho tiempo había una niña muy especial. Se llamaba Selva,   siempre estaba sola, jugaba en un sitio escondido donde se encontraba una roca en forma de estrella. 

    Su madre en verdad no era su madre. Un día la había encontrado al lado de un camino, sola y desnuda, y le preguntó de dónde era. Ella respondió que no tenía padre ni madre ni hogar, que solo tenía de compañero al dios Júpiter, con el que hablaba cada día y al que sentía como su padre. La mujer, al verla ahí desnuda, con unos rizos que le llegaban hasta el suelo, se la llevó con ella para lavarla y criarla como una hija más, a cambio de su trabajo.

    Selva siempre estaba sola, no se llevaba bien con sus “hermanos” porque pensaban que era muy rara. En cuanto acababa sus tareas de trabajo iba hasta su roca de forma de estrella para jugar sin que la vieran y poder hablar con Júpiter.

    Un día conoció a Lomba, una chica del pueblo que quería ser su amiga, y desde entonces se hicieron inseparables. Selva entonces dejó de ir a la roca de la estrella para hablar con Júpiter. Así, Júpiter, preocupado por su hija, aunque ella no lo supiera, envió a un caballero para que la llevara ala roca, aunque fuera a la fuerza.

    Cuando el caballero habló con ella, Selva le dijo que no iba a volver a hablar con Júpiter, pues tenía una nueva amiga, real, y que él solo era producto de su imaginación. Júpiter, enfadado con ella por negar su existencia, se le presentó y le dijo: “Hija mía, así como te di vida, te la voy a quitar y vas a cubrir estas piedras por toda la eternidad”. En ese momento le lanzó un rayo y sus grandes rizos cubrieron cada una de las piedras y comenzó a crecer sobre ellas una suave capa de musgo.

     

    Al mismo tiempo, su madre, preocupada por Selva, salió en su busca hasta que dio con un cuerpo ennegrecido. Eran los restos de Selva, abrasados por el rayo y cuyos largos rizos se habían convertido en verde musgo que tapaba todo lo que antes era su cuerpo como si fuera una manta esponjosa.

    Su madre adoptiva lloraba de dolor, pues al cabo de tantos años le había cogido cariño. Sus llantos hicieron despertar a Júpiter, y él le preguntó por qué lloraba. Ella, sorprendida, se   asustó y dijo que se lamentaba por la pérdida de su hija. Júpiter le contó que él la había hecho desaparecer por haber negado su existencia. La mujer, llena de dolor, le pidió que la volviera a la vida a cambio de una ofrenda (su propio riñón) que ella presentaría a los dioses.

    Júpiter aceptó pero le pidió que le cortara los rizos. La resucitó pero lo hizo con la forma de una lombriz que pudiera vivir en el musgo en el que se había convertido su antigua cabellera. La madre, sintiéndose engañada por el dios, se dio muerte, colgándose de una viga de su casa.

     

                                                                                                                  Pablo Alonso Valladares

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  • Programa de Intercambio Escolar con la O´Neal School (EEUU)
    Escrito por PABLO DÍEZ IES, viernes 24 de febrero de 2017 , 13:51 hs

    Al iniciar el nuevo curso 2016-2017, recordad que nuestro Instituto Pablo Díez participaba en un intercambio de estudios con la O´Neal School, en Carolina del Norte, EEUU, desde el 3 al 20 de septiembre de 2016, y visitamos Washington D.C., antes de regresar el 22. Disfrutamos y aprendimos muchísimo y algo sí que practicamos inglés... la experiencia fue estupenda, inolvidable. En el O´Neal nos recibieron genial, un lugar y unas gentes estupendas. 

     

    Participamos con nuestros alumnos/as en las actividades del centro: asistimos a clases, hicimos una presentación en público sobre León y nuestro Instituto, enseñamos canciones a los pequeños, nos divertimos.... Tuvimos una agradable bienvenida con un picnic en un lago, excursiones a Raleigh, capital de Carolina del Norte, al museo de arte, a una sala de saltos, montamos en piragua en el Deep River, visitas a Southern Pines y Pinehurst,y cada uno con su familia tuvo diferentes actividades y experiencias....

     

    Y, para completar, con los auténticos Estados Unidos, la capital, Washington DC. Tres días inolvidables, bien aprovechadas excursiones y  un sinfín de monumentos..tuvimos que dejar algo para la próxima....porque si no queríamos venirnos, ¿sería por algo, no?

     

     

     

    Etiquetas: programa de intercambio escolar 2016
  • ¿Qué hacer este verano?
    Escrito por PABLO DÍEZ IES, miércoles 17 de junio de 2015 , 13:14 hs

    Aquí os propongo unas actividades deportivas divertidas, que se pueden realizar durante el verano. 

     

     

    La estación en verano, Mountain Bike

    Algunos lo consideran como el trekking en dos ruedas y permite llegar a lugares inaccesibles para las bicicletas convencionales.

    Cada vez son más los practicantes del mountain bike, por muy diversas razones: unos se adhieren a una nueva forma de entender las excursiones en la naturaleza; otros quieren seguir subiendo laderas abruptas sobre dos ruedas cuando la mayoría de montañas están ya vedadas para las motos; los hay que llegan atraídos por el hecho de realizar alguna actividad física, y también hay quienes buscan el componente más competitivo de la práctica al realizarse en grupo.

    Sin embargo, todos ellos coinciden en que el mountain bike es un deporte y un estilo de vida apasionante y divertido.

     

    La estación en verano, rutas a caballo.

    El turismo ecuestre se podría definir como una forma de viajar por motivos culturales o por la atracción de la aventura empleando como medio de desplazamiento el caballo.

    Las salidas a caballo permiten redescubrir rutas y paisajes desde la perspectiva del jinete, recuperando un animal que durante siglos ha sido fundamental para desplazarse o para trabajar.

    Y por qué no realizar una interesante salida de un día completo, atravesando maravillosos paisajes que unen, de alguna manera, los caminos de Puebla de Lillo, Redipollos y Cofiñal, para terminar en el asombroso y milenario Pinar de Lillo, una especie de auténtico paraíso de obligada visita.

    La estación en verano, senderismo.

    El treking o senderismo es una actividad de ocio desarrollada en el medio natural. Consiste en seguir una ruta marcada sobre el terreno generalmente en un mapa o en el propio camino.

    Opciones: Boñar, Puebla de Lillo, Cofiñal, Puerto de Tarna, Valle de Riosol.

    ·Puebla de Lillo, Valle de Yllarga, Puerto de San Isidro.

    ·Boñar, La vecilla, Hoces de Valdeteja, Cármenes, Cuevas de Valporquero, Hoces de Vegacervera, Matallana y Boñar.

    ·Puebla de Lillo, Puerto de San Isidro, Concejo de Aller (Asturias).

    ·Boñar, Vegaquemada, Caldas de San Adrián.

    ·Puebla de Lillo, Macizo del Susarón, Embalse del Porma.

    ¡Descubre nuevos senderos este verano!

    La estación en verano, escalada en roca.

    Los diccionarios definen la escalada como la acción de subir una pared trepando. A medias entre la técnica más depurada y el reto imposible, esta disciplina se ha convertido en todo un fenómeno de masas durante el siglo XX. Se trata, sin duda alguna, de una de las modalidades reinas del mundo de la aventura.

    En general, se pueden distinguir dos grandes tendencias: de un lado, cabe destacar la escalada deportiva, en la que se busca subir por paredes cortas con una fortísima pendiente.

    La riqueza de las montañas de la Comarca del Alto Porma y sus alrededores hacen que se puedan desarrollar importantes escaladas a montañas de más de 2.000 metros de altura, como es el caso del Pico Torres o cualquiera de las existentes en el cercano Parque Nacional de Picos de Europa (Naranjo de Bulnes, Peña Santa...).

    La estación en verano, parapente.

    El parapente es como flotar sobre una nube. En un parapente no se realizan maniobras bruscas. Tampoco se sienten sensaciones extremas ni se desciende a velocidad de vértigo. Se trata de dejarse mecer por el viento y observar a vista de pájaro el mejor de los paisajes.

    En el incomparable marco de las montañas del Porma y dentro del sugestivo enclave de la Peña Susarón, el lago de Isoba o en la Estación Invernal de San Isidro.

    La estación en verano, deportes náuticos.

    Con la misma fuerza que se iniciaron los deportes blancos, comienzan en la zona y hacen furor los denominados deportes náuticos, que congregan a gentes ávidas de surcar las aguas del Embalse del Porma en pequeñas embarcaciones a vela o Windsurf o descender por los ríos Porma o Curueño a bordo de una balsa neumática para la práctica del Rafting o en las tradicionales canoas o kayaks.

    De esta manera, el Windsurf se puede practicar en el citado pantano a tan solo 55 km de León y a 25 de las pistas de San Isidro. Según los técnicos y practicantes de este deporte es este embalse ideal para las prácticas de vela, ya que su configuración orográfica permite la entrada de vientos francos a cualquier hora del día sin soles molestos ni apenas calmas totales. Igualmente es practicable, y de hecho se viene haciendo, la otra vela ligera, como Optimist, Vaurien, 420, 470 etc... o el piragüismo en todas sus variantes y el rafting. 

    La estación en verano, deportes autóctonos

    El verano de nuestra zona tiene el privilegio de ofrecer a los amantes del deporte autóctono leonés dos «Corros de Aluches» de primera categoría: el de Las Nieves de Lillo y el de San Roque de Boñar.

    Estos corros de aluche, típicos tan solo en una zona determinada de la montaña y la ribera leonesas, se remontan al siglo X, época en la que la repoblación presentaba con cierta frecuencia conflictos fronterizos en los asentamientos de los distintos pueblos que surgieron a raíz del desplazamiento árabe hacia el sur de la Península.

    Estas cuestiones y discrepancias terminaban en una especie de campo de honor donde los litigantes luchaban respetando unas normas cuya pureza era controlada por los expectantes convecinos que rodeaban a los luchadores jaleándoles o increpándoles, según el vínculo que les uniese a ellos.

    Esa es un poco la historia de la tradicional Lucha Leonesa, pero también existen en la zona otros deportes autóctonos como es el caso del juego de los bolos, con antecedentes célticos, que forma parte del paisaje costumbrista de esta montaña durante los meses de verano. El club «El Soto» de Boñar y las concurridas boleras de cualquier pueblo ofrecen en estos meses una bella imagen de convivencia y deportividad.

     

    Mónica González Fernández (4º ESO)

     

    Etiquetas: revista gente nueva 2.0
  • Mitos y Leyendas de Boñar-6
    Escrito por PABLO DÍEZ IES, jueves 26 de marzo de 2015 , 13:18 hs

                Temístocles y Calíope

     

    Un buen día caminaba por el bosque Temístocles, un campesino que vivía en una cabaña en el bosque. A Temístocles le gustaba mucho coger setas y siempre solía ir al lago a recogerlas porque para él esas eran las mejores.

    De repente vio a una ninfa. Estaba al lado de unas setas que él iba a coger. La ninfa se asustó un poco, pero Temístocles le dijo que se tranquilizara y que no le haría nada. Temístocles le preguntó por su nombre y ella contestó que se llamaba Calíope. Después le dijo que conocía otro lugar con muchas más setas y mejores.

    Desde aquel día las dos empezaron a verse a menudo, pues pasaban muchas tardes juntos. Temístocles estaba ciego de amor por Calíope, porque con el tiempo le fue cogiendo mucho cariño, pero había un gran problema: Calíope ya estaba comprometida con otro hombre. Ella no le quería pero su padre la obligaba.

    Pasaba el tiempo y seguían su romance clandestinamente hasta que un día las demás ninfas del lago fueron a decírselo a su padre, Musem. Su padre se enfadó muchísimo ante esta situación y desde aquel momento le prohibió por completo volver a verse con Temístocles.

    Su padre decidió mandar a su hija a vivir con su prometido Micklos. Lo hacía por su bien, ya que era un hombre que poseía muchas riquezas y podrían vivir con comodidades. Calíope no hizo caso a las palabras de su padre. Se escapaba todas las noches por las cuadras de los caballos e iba a ver a su amante Temístocles.

    Un día Micklos se enteró de la infidelidad. Se llenó de ira y de rabia. Entonces encerró a Calíope y decidió acudir a Juno. Le contó la infidelidad y le pidió ayuda para que se arrepintiera de lo que hizo. Ella sabía que acudiendo a Juno, ésta le apoyaría por ser ella también víctima de las infidelidades de su propio marido.

    Entonces Juno le hizo un hechizo para que él se convirtiera en lo que quisiera. Cuando Micklos llegó a la casa de Calíope en el bosque, la convirtió en una seta venenosa. La razón es que, de este modo, nadie podría ya acercarse a ella y estaría sola para siempre. Con esto quería que aprendiera de sus actos y recapacitara porque le había hecho estuvo mal.

    Cuando Juno vio lo que Micklos había hecho quedó impresionada con la idea de transformar en setas venenosas a las personas que fueran infieles.

    Temístocles esperaba todas la noches a Calíope junto al lago, como cada noche, pero nunca aparecía. Un día fue a buscarla donde la había conocido la primera vez y se encontró a una ninfa que era amiga suya. Ésta le dijo que Calíope había sido convertida en seta venenosa y lo llevó hasta el lugar donde se encontraba. Cuando Temístocles la vio allí en forma de seta, no se lo podía creer, estaba destrozado. Era una seta que nunca había visto y, lo más curioso para él, es que nadie se acercaba a esa seta, ni siquiera los animales.

    Temístocles, desesperado, fue a ver a la diosa Diana para que le ayudase. Diana no podía convertir a Calíope de nuevo en humana, así que Temístocles dijo que lo único que quería es estar con ella para siempre, de la forma que fuera. Y así lo hizo. A Temístocles le empezaron a salir hojas de los pies y ramas de los brazos, de manera que se convirtió en un árbol con un pequeño hueco en su tronco, dentro del cual se encontraba la seta, Calíope, y allí podría protegerla y estar juntos para siempre.

    Por eso las setas venenosas representan a las personas infieles, por lo malas que son, y para que nadie las quiera.

     

                    Ana Callejo y Almudena Morán

    

     

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  • Mitos y Leyendas de Boñar-5
    Escrito por PABLO DÍEZ IES, jueves 26 de marzo de 2015 , 13:01 hs

               Tritonio y Serena

     

    En un pequeño imperio del norte de Hispania, donde habitaban la paz, la tranquilidad o la humildad entre otras cosas, tiene lugar esta historia.

    Runo gobernaba este imperio. Él tenía una buena relación con un joven llamado Flavio, al que le prometió que cuando muriera le correspondería su puesto, ya que no tenía descendencia.

    Flavio, impaciente, fue arrastrado por la avaricia y las ganas de ser un emperador y obtener toda la riqueza del imperio leonés.

    Pasados unos meses Flavio decidió adelantar su proclamación. Entonces contrató a un hombre para matar a Runo, jurándole que le daría una gran recompensa cuando fuera su líder. El joven aceptó: le mataría en la noche clavándole un puñal en el corazón.

    Cuando todo esto sucedió, se cumplió lo que Runo había dicho y Flavio consiguió su propósito. Después, la avaricia le llevó a intentar conquistar tierras a su alrededor, consiguiendo así más riqueza. Pero contraatacó uno de los pueblos más poderosos que consiguió destrozar al imperio leonés.

    Había tantas muertes, violencia y desfase que cuando Júpiter bajó a la Tierra transformado en una paloma para supervisar el reino, se sorprendió por todas las atrocidades que llegó a ver.

    Júpiter, al ver esto, decidió pedir ayuda a Neptuno, el dios del mar. Se reunieron e idearon un escarmiento para las personas que formaron tal masacre. Así, decidieron inundar el imperio, para que todo aquello quedara en el olvido.

    A unos kilómetros de allí se refugiaron en una cueva una pareja de supervivientes, Serena y Tritonio.

    Las aguas que habían dejado inexistente el imperio estaban hechizadas por una maldición: “Quien toque estas aguas de cintura para abajo se convertirá en una extraña criatura”.

    Un día, Serena se fue a bañar en un lago mientras cantaba una preciosa melodía con una voz extraordinaria. Mientras tanto, Tritonio se fue a lavar una herida que tenía en la rodilla. En cuanto entraron en contacto con el agua, ambos sintieron una escalofriante sensación en su cuerpo; sus piernas se estaban quedando dormidas y sentían como si alguien estuviera clavando clavos en sus pies. Agacharon la mirada y vieron como algo tenebroso les estaba sucediendo. Se cayeron al suelo inconscientes. Cuando despertaron ya estaban transformados: Tritonio tenía rabo y cuatro patas y Serena una cola que parecía la prolongación de un animal acuático.

    Se quedaron consternados al ver lo que había sucedido. Decidieron avanzar como pudieran y encontraron unas escrituras en las que leyeron: “La Tierra no está preparada para la libertad, id al mar y sed libres”.

    Se lanzaron al lago y vieron como sus narices expulsaban burbujas, podían respirar bajo el agua. Nadaron hasta una cueva donde encontraron un enorme pasadizo que les llevó hacia el mar, donde conocieron a más seres extraños.

     

    Ahora, cada vez que un barco surca esas aguas, Serena intenta llamarles para sus ocupantes sean libres como ellos. Por su parte, la paloma se convirtió en el símbolo de la paz por el acto de bondad que realizó Júpiter. Y también por eso al mar lo podemos ver como algo libre.

     

    Natalia Vega Sierra y Cristian Sánchez

     

                                     

     

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